viernes, 25 de julio de 2008

Deporte, guerra, violencia y leyes represivas



"I ain't got nothing against them Vietcong."
Muhammad Ali


Por Olympus

En 1942 nace Cassius Marcellus Clay, extraordinario atleta negro norteamericano. Carismático y polémico, de elevada estatura y proporciones físicas casi perfectas, hablador y sincero, considerado el más sobresaliente de la historia en la categoría de peso completo y uno de los grandes atletas de todos los tiempos.

• 1960 Roma Olimpiada, oro en peso ligero.
• 1964 Primer título mundial, derrota a Sony Liston y domina, como nadie la categoría de peso completo por largo tiempo.
• 1964 Después del titulo mundial, cambia su nombre a Muhammad Alí, y se une al Islam, causa gran polémica y rechazo en el llamado “país de las libertades”.
• 1966 Alí se rehúsa a pelear en la guerra de Vietnam, sentenciado a 5 años de prisión y multa.
• 1967 Es despojado de su título mundial, la Comisión Atlética del Estado, le prohíbe pelear.
• 1971 La Suprema Corte revirtió la sentencia, pero su carrera deportiva estaba arruinada.


A través de la historia el deporte y la guerra han estado ligados, algunos deportes se originaron como entrenamiento militar. Es significativo comprobar que los principales productores de armas de guerra, son los principales ganadores de medallas olímpicas:
Los 15 principales países productores y exportadores de armas (estadística1999).

¿Será casualidad que entre 15 países, 10 comparten supremacía olímpica con supremacía en producción de armas bélicas? El deporte a través de los tiempos ha compartido lenguaje y terminología con la guerra, porque ambos requieren de los mismos atributos: Lealtad, pasión, patriotismo, orgullo nacional, compañerismo, también el deporte en ocasiones mueve a la violencia, sin embargo, no hay punto de comparación, basta con preguntar a quien ha sufrido los horrores de una guerra.

El deporte en la actualidad es un estilo de vida que armoniza el espíritu y el cuerpo, dentro de un ambiente que exalta la cultura, la salud, el esfuerzo, la dedicación, la constancia, el valor, el respeto, rodeado de principios morales sólidos que nada tienen que ver con la guerra.

Son tiempos modernos. En la globalización el deporte no debería contener nada que lo identifique con la guerra. Es necesario erradicar el espíritu de la guerra del deporte.

También es un jugoso negocio para algunos:
Beijing espera 600,000 visitantes durante el mes olímpico. Los juegos serán televisados por NBC, siete millones de boletos estarán disponibles para el público, las autoridades de turismo contemplan una utilidad de 5000 millones de dólares. Los fabricantes de ropa deportiva, zapatos e infinidad de patrocinadores harán buenos negocios.
La olimpiada trajo un boom de construcciones que consumió grandes cantidades de madera, cemento, acero y mano de obra, incluidas una línea del metro, una docena de centros deportivos, un estadio y la villa olímpica. Para la cuarta economía del mundo con un crecimiento de 10% el año pasado no está mal.

4000 millones de personas verán los juegos de Beijing; en la inauguración, observarán desfilar a los contingentes de los países cual pelotón bélico, portando la misma bandera que llevarían sus soldados en una guerra, escucharán, con actitud militar los himnos nacionales que en su mayoría hacen alusión a la guerra y para completar los cronistas deportivos y medios de comunicación emplearemos términos bélicos en nuestras reseñas.

El uso de términos guerreros en el lenguaje del deporte, exalta los ánimos hacia la violencia y la guerra, aunque se trata de un lenguaje figurado. Los medios deportivos debemos cuidarnos de no inducir hacia la violencia y la guerra.

Debería cambiarse el vocablo enemigos por adversarios. Rematar, fusilar, estrategia, atacar, asaltar, tomar posiciones, maniobras, ofensivas, pelotón, arsenal, artillería, son términos bélicos, también fusilar, cañonazo, disparo a bocajarro, disparo a quemarropa, lanzamiento de bala, lo mató, perdonar la vida y más.

Sorprende que la palabra agresivo, es decir, pendenciero, belicoso, bravucón violento, tenga cabida tanto en los deportes como en los negocios. La palabra y las imágenes tienen efectos poderosos sobre el ánimo de la sociedad, especialmente los jóvenes.

¿Cómo te parecería amigo deportista, renovar el lenguaje deportivo, y exhortar a las autoridades deportivas de todos los países a diseñar una bandera y un himno estrictamente deportivos?

La LEY PARA PREVENIR LA VIOLENCIA EN LOS ESPECTÁCULOS DEPORTIVOS EN EL DISTRITO FEDERAL, presuntamente pudiera convertirse en una Ley represiva y peligrosa como la que se aplicó en el News Devine.

¿Para que una ley particular, para prevenir la violencia en espectáculos deportivos? Se supone que hay leyes para prevenir y castigar la violencia en cualquier parte y situación. Con tantos delincuentes violentos sueltos, sin que se les aplique ley alguna, no vemos la necesidad de implantar en la sociedad la idea de que los deportistas y aficionados deportivos somos delincuentes violentos, peligrosos.

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Disfruta los juegos.

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