martes, 11 de mayo de 2010

Los Secretos de Franklin



"Aquél que es bueno para poner pretextos, rara vez es bueno para algo más"
("He that is good for making excuses is seldom good for anything else"”

Mi hijo adolescente me preguntó: ¿Cuál es el mejor libro que haz leído? sin duda "La Autobiografía de Benjamín Franklin”. Habla de fortalecer el carácter y la voluntad con buenos hábitos. Lo voy a leer de nuevo.

Franklin fue el padre de una nación que se convertiría en la primer potencia mundial. Su vida fue ejemplo y fuente de inspiración para millones. Nació el 17 de enero de 1706 en Boston Massachusetts. Vivió intensamente 84 productivos años, científico, inventor, político, empresario, periodista, padre de familia, visionario, abolicionista... Decimoquinto hijo de diecisiete hermanos. Su formación se limitó a estudios básicos, a los diez años trabajó con su papá en la fábrica de velas, a los doce aprendiz en la imprenta de su hermano James, quien fundó el New England Current, considerado el primer periódico independiente de las colonias Británicas, donde a los 15 escribió sus primeros artículos periodísticos.

A los 18 viajó a Inglaterra para completar su formación como impresor, regresó a Filadelfia, trabajó como administrativo para Denham, y al año siguiente estableció su propia imprenta. En 1729 compró el periódico La Gaceta de Pensilvania, contrajo matrimonio con Deborah Read, con la que tuvo tres hijos. Publicó el Almanaque del Pobre Richard, y se encargó de la emisión del Papel Moneda en las Colonias Británicas de América. Participó en la fundación de la primera biblioteca pública de Filadelfia, fundó el primer cuerpo de Bomberos de Filadelfia. Participó en la fundación de la Universidad de Pensilvania y el primer hospital de la ciudad.

A los 40 se dedicó al estudio de fenómenos eléctricos plasmados en su obra: “Experimentos y Observaciones Sobre Electricidad". En 1752 su famoso experimento con la cometa ideó el pararrayos, también el Horno de Franklin, los lentes bifocales; un humidificador para estufas; un catéter urinario flexible --para tratar los cálculos de su hermano--, el cuentakilómetros para la Oficina Postal, las aletas de natación.... Fundó la primera escuela de natación del mundo. Estudió las corrientes oceánicas en la costa este de Norteamérica. Elegido miembro de la Royal Society, la Academia de Ciencias de París le designó como uno de los más insignes científicos vivos no franceses. En 1736 miembro de la Asamblea General de Filadelfia,
participó en la Declaración de Independencia (1776) --junto a Thomas Jefferson y John Adams-- y en la redacción de la Constitución Estadounidense.
En 1785 Gobernador de Pensilvania y Presidente de la Sociedad para promover la abolición de la esclavitud.

Franklin cultivó su carácter con trece virtudes que desarrolló cuando tenía 20 años y continuó practicando toda su vida:

VIRTUDES:
1.Templanza: No comas hasta el hartazgo, ni bebas hasta la exaltación.
2. Silencio: Habla lo que pueda beneficiar a otros o a ti mismo, evita las conversaciones triviales.
3. Orden: Un sitio para cada cosa, un tiempo para cada asunto.
4. Determinación: Resuelve lo que debes hacer y hazlo.
5. Frugalidad: Gasta exclusivamente en lo que traiga un bien para otros o para ti; no desperdicies.
6. Diligencia: No pierdas tiempo, ocúpate siempre en algo útil, deshecha acciones innecesarias.
7. Sinceridad: No uses engaños que lastimen, piensa con buena fe y justicia, y habla en concordancia.
8. Justicia: No lastimes a nadie con injurias u omitas beneficios que te correspondan.
9. Moderación: Evita los extremos; abstente de ofender por resentimiento.
10. Limpieza: No toleres la falta de limpieza en el cuerpo, vestido o habitación.
11. Tranquilidad: No te inquietes por nimiedades ni por lo inevitable.
12. Castidad: Frecuenta raramente el placer sexual, sólo hazlo por salud o descendencia, nunca por hastío, debilidad o para agraviar la paz o reputación propia o de otra persona.
13. Humildad: Imita a Jesús y a Sócrates.

El billete más apreciado del mundo tiene el rostro de Franklin. Franklin trabajaba sobre una sóla virtud cada semana. Aunque admitía que las incumplió, creía que al intentarlo logró ser una mejor persona lo que contribuyó a su éxito y felicidad.

Humberto Trejo Veytia
El Incansable
En El Péndulo buscando un libro



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